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No conocer la
comarca de Las Encartaciones es perderse
algo... un lugar encartado, más bien
encantado, con sus puentes, palacios,
casa-torre que nos trasladan mágicamente a
un pasado en ocasiones sangriento con las
luchas de bandos entre Oñacinos y Gamboinos;
sus casas de "indianos" constancia del
regreso exitoso de muchos jóvenes que se
fueron a "hacer las américas" y que a su
regreso a sus lugares de origen levantaron
estas magníficas construcciones, algunas de
ellas en núcleos urbanos como en Valmaseda,
Gordejuela,Trucios, Zalla, etc. Balnearios
como el de Carranza, la Buitrera de Salduero,
el parque ecológico "El Carpín" junto con
villas como Valmaseda, fundada en 1199,
Lanestosa (1287) y pueblos de gran atractivo
que con un paisaje de praderas inmensas, de
bosques variopintos, de montañas cortadas en
roca... convierten a Las Encartaciones en un
singular espectáculo para el visitante que
quiere a la vez conocer a sus gentes amables
y siempre dispuestas a dedicar una parte de
su tiempo con el foráneo que busca aquí
tranquilidad y sosiego. La comarca cuenta
con numerosas areas recreativas dotadas de
bancos, mesas, fuentes, asadores.... como el
area de recreo Santa Ana en el barrio de la
Baluga en Sopuerta o el area recreativa San
Roke en Trucios junto a la ermita y coso
taurino.
Y es que ya los
romanos, cuya llegada a las Encartaciones se
data hacia el año 25 a.C., se percataron del
lugar estratégico en el que estaba situada
esta zona que se abría paso natural entre
las laderas de las montañas y en el que
construyeron la calzada romana denominada
Pisoraca-Flaviobriga (Herrera de
Pisuerga-Castro Urdiales). Esta importante
vía de comunicación, abierta a principios
del s.I, pasaba por Valmaseda, Avellaneda,
Sopuerta (transcurría por los barrios de El
Carral, Mercadillo y La Baluga) Puerto Las
Muñecas hasta llegar a Castro Urdiales.
Prueba de ellos son los miliarios que aún se
conservan, columnas conmemorativas de las
reparaciones hechas en el camino eregidas
con el nombre de quien las llevó a cabo.
Todavía se conservan algunos tramos de dicha
calzada romana como por ejemplo en Sopuerta,
en el Barrio de Calzada-Puerta en Carral.
Pero más
antiguas aún son las estalactitas
concéntricas, muestras únicas en Europa que
se encuentran en las Cuevas de Pozalagua,
Carranza. Huellas de nuestros antepasados
que vivieron la prehistoria se han
encontrado en numerosas cuevas: Cueva de
Venta Laperra (Carranza), Cueva Arenaza
(Galdames); Dolmen de La Cabaña (Carranza),
Crónlech de Kanpazaulo (Güeñes).
Las guerras
banderizas que tuvieron lugar en la baja
edad media entre los linajes gamboinos y
oñacinos dejaron un importante legado
patrimonial en la comarca: las casas-torre.
Una de las batallas más sangrientas tuvo
lugar cuando Fernando García de Salazar,
hijo de Lope se presentó en la Cuadra con su
tropa y un sacerdote con el propósito de
desposar contra su voluntad a la reciente
viuda de Juan de Salcedo. La Torre de la
Cuadra se alza en el actual municipio de Güeñes. En el municipio de Muskiz además de
numerosas torres medievales, se alza el
castillo de Muñatones, cuna del linaje
Salazar, declarado Monumento
Histórico-Artístico en 1944.
A partir del
s.XI los primeros señores de Bizkaia fueron
penetrando en tierra encartada a través de
alianzas matrimoniales, dominio que
consolidarían en el s.XIII, aunque
conservando las instituciones propias del
territorio representadas en la Junta de
Avellaneda. En el concejo de Sopuerta se
halla La Casa de Juntas de Avellaneda
testigo mudo de los asuntos que afectaban a
toda la comarca y que se resolvían allí
mientras que los temas locales se decidían
en concejos, valles o municipios.
Actualmente el conjunto de Avellaneda acoge
el
Museo de las Encartaciones.
Las
Encartaciones es una comarca donde la
ganadería ha sido una importante fuente de
sustento y en particular la bovina. Ha
habido una gran tradición taurina en sus
fiestas patronales, de hecho hay municipios
como Trucios, con población inferior a 1000
habitantes, que ha llegado a contar con
cinco cosos taurinos en los que se lidiaban
vacas montxinas apresadas en los montes con
la ayuda de las caballerías y de los perros
villanos.; o el caso de Arcentales con
cuatro. En su construcción encontramos
detalles curiosos: la iglesia parroquial era
parte integrante del cierre del albero como
ocurría en Carranza; había árboles
repartidos por el coso a modo de burladeros.
Actualmente
la vaca Montxina y el perro villano son
especies en extinción así como el burro
encartado y la Pottoka. Iniciativas como la
feria de la Pottoka en Trucios nos dan la
oportunidad de deleitarnos contemplando
ejemplares de esta raza de ponis que han
sobrevivido en el País Vasco desde tiempos
prehistóricos.
El desarrollo
del comercio y la proliferación en la
industria del mueble en la zona se vió
ayudada por tres elementos clave: ser zona
de tránsito, contar con la materia prima:
bosque, y ser surcada por el río Cadagua
especialmente en localidades como Zalla y
Valmaseda punto de referencia para muchos
vizcaínos que quieren amueblar sus hogares y
encuentran aquí una gran oferta con negocios
familiares y exposiciones de muebles.
Otra de las
actividades que dieron impulso a la economía
de la zona destaca la minería que también
tuvo gran importancia sobre todo en la zona
de Gallarta. Podemos destacar las ferrerías
de El Pobal (Muskiz) y Mollinedo (Arcentales).
El entorno de
las Encartaciones presentan unas condiciones
ideales para la práctica de la pesca y la
caza, forma de ocio que se va transmitiendo
de padres a hijos. Carranza, en concreto,
cuenta con una asociación que gestiona un
coto de caza que engloba a todo el valle de
Carranza y que pertenece a los mismos
carranzanos.
La
gastronomía de las Encartaciones ofrece una
gran variedad de productos que se pueden
adquirir y ver expuestos en las diversas
ferias que se celebran a
lo largo de todo el año. En ellas podemos
degustar tanto productos agrícolas: frutas,
verduras, hortalizas... como cárnicos:
vacuno, porcino o bovino. Como ejemplo de la
amplia oferta gastronómica podemos nombrar
las putxeras, reminiscencia de la época del
ferrocarril de la Robla en la que los
trabajadores aprovechaban el vapor de la
máquina del tren para calentar su comida y
las típicas alubiadas o txarribodas donde el
cerdo adquiere un papel importante en su
elaboración. Sin olvidarnos del pan, que
toma su protagonismo en la feria que se
celebra todos los años en Galdames y que
reúne a los artesanos panaderos de toda
Euskadi.
También hay que destacar productos como la
miel y el queso, con denominación de origen
Idiazabal y el txakolí, bebida de gran
tradición en las Encartaciones,que se está
haciendo camino fuera de la comarca
deleitando el paladar de muchos.
La riqueza
paisajística de la comarca de Las
Encartaciones se ve ampliada con las
posibilidades de salida marítima en las
localidades de Zierbena y Muskiz, así como
con las numerosas actividades organizadas a
lo largo de todo el año. Valmaseda se
convierte en punto de referencia con la
representación del tradicional Via Crucis
viviente, en la que los protagonistas son
los propios vecinos de la villa; y la
celebración del Mercado Medieval en el que
toda la villa se transforma con la presencia
de artesanos, títeres, malabaristas...
transportandonos a la época medieval.
Recorrer la comarca de las
Encartaciones, situada en el extremo más
occidental de la provincia de Bizkaia,
limitando con Cantabria y Burgos, es todo un
deleite que ofrece una amplia oferta para el
turismo tanto por su patrimonio histórico
cultural como por su incomparable marco
geográfico con sus valles, ríos, masas
forestales... sin olvidar las interesantes
ofertas de carácter cultural, deportivo,
festivo, gastronómico y de ocio que se
organizan a lo largo de todo el año. Su
cercanía con el Gran Bilbao la ha convertido
en una mezcla de comarca dormitorio y
reserva ecológica.
Para acceder
a ella por carretera se puede utilizar la BI-636
para conocer a su paso poblaciones como
Alonsotegi, Güeñes, Zalla y Valmaseda. La
autovía A-8 hacia Cantabria con salida en
Muskiz. Esta zona también está comunicada
con un servicio de autobuses: Bizkaibus y
Ansa así como de ferrocarril: Feve. |
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